

Su primera visita a un sastre es el primer paso para construir un auténtico armario de negocios. Empiece con básicos versátiles y luego pase a tejidos de temporada con más carácter.
Un buen traje liso gris o azul marino puede llevarse a la oficina 3 o 4 veces por semana. No es el caso de un traje más llamativo con enormes rayas. Le recomendamos encarecidamente que empiece con un traje gris o azul marino, ya que son los más fáciles de mezclar y combinar.
Por las mismas razones, opte primero por un traje estándar de dos botones antes de pasar a estilos más distintivos como el de doble botonadura.
Tampoco tenga en cuenta lo que ya tiene en trajes prêt-à-porter, a menos que le encanten y le queden perfectos. Muchos hombres dejan de llevar estos trajes una vez que han probado la confección a medida.

Tenga expectativas realistas: un traje a medida no le hará parecer un tipo de cuerpo que no le sienta bien.
Sea tolerante con los pliegues: un traje parece perfecto en un cuerpo de pie e inmóvil. Cuando se mueva es inevitable que aparezcan arrugas. Tenga cuidado con el corte entallado de los trajes a medida. Lo notará mucho más y seguramente le resultará menos cómodo.
Tómese el tiempo necesario (por su parte) para considerar cuidadosamente su elección, pero también para hablar con su sastre, teniendo en cuenta sus recomendaciones. Su trabajo consiste en utilizar su experiencia y sus conocimientos sobre estilo y elegancia para que usted luzca lo mejor posible. Seguramente le sugerirá opciones en las que quizá no había pensado, pero que son pertinentes.
No olvide disfrutar también: las citas tienen lugar en un entorno agradable, ¡donde sin duda le ofrecerán un whisky!
