Antaño la norma, las prendas a medida (tallas grandes y pequeñas) han sido sustituidas en gran medida por las prendas «prêt-à-porter». Sin embargo, como sabrá si sigue nuestro blog, en los últimos años se ha desarrollado una nueva visión de la confección a medida, con la emancipación de las medias tallas.

Ahora es posible conseguir prendas a medida desde 200 hasta 7.000 euros. Entonces, ¿qué entendemos por confección a medida?

A primera vista, podría decirse que se trata simplemente de una prenda confeccionada a partir de medidas tomadas sobre el cuerpo. Pero en realidad, ¡es mucho más complejo que eso!

He aquí un glosario de los diferentes términos:

  • Producción en serie (PAP):

Una oficina de diseño textil determina un patrón en una talla específica. A continuación, basándose en este patrón básico, la oficina realiza gradaciones (modificaciones estandarizadas del patrón para crear uno para cada talla). A continuación, los trajes se fabrican en serie, que es lo que llamamos prêt-à-porter: una prenda acabada, adaptada al mayor número de personas, con unas características y un tejido impuestos. El cliente no elige ni el tejido ni las características del traje, y la talla le viene impuesta.

Algunas personas le hablarán de una oferta «semi-medida». Este término tiene una definición vaga. Algunos lo utilizan para referirse al prêt-à-porter con arreglos incluidos en el precio. (Una buena dirección es JONAS & Cie, 19 Rue d’Aboukir, que ofrece PAP con arreglos… Pero ellos lo llaman PAP ;))

  • Medias tintas:

Este es el núcleo de la oferta que se está desarrollando actualmente: partiendo de un patrón preexistente (con gradación, como en la producción en serie), el «asesor modista» (que no es necesariamente un sastre en el sentido estricto de la palabra) tomará las medidas de su clienta y/o realizará una prueba para identificar exactamente qué modificaciones hay que realizar en el patrón. A partir de sus medidas, se crea un patrón nuevo y único para el cliente.

Otra característica de la media medida es su proceso de fabricación «industrial». Esto significa que su traje no se monta totalmente a mano. Se necesitan más de 50 horas de trabajo a mano, frente a las apenas 4 a 12 horas (dependiendo del método de montaje planchado, semitradicional o tradicional) de un traje confeccionado exclusivamente a máquina.

Blandin & Delloye confecciona trajes a media medida. Para garantizar un ajuste perfecto, tomamos sus medidas corporales en el momento del pedido. Sin embargo, consideramos que esta información es en gran medida insuficiente. Dos personas pueden ser muy diferentes aunque sus medidas sean idénticas. Más allá de nuestra capacidad para identificarlas observándole, las características morfológicas pueden tenerse en cuenta probándose una plantilla. Esto nos permite identificar cualquier alteración que haya que hacer en su prenda. También nos permite comprender el nivel de comodidad que busca el cliente.

Insistimos en nuestro proceso de toma de medidas porque es el elemento que determinará la calidad del trabajo de patronaje. La toma de medidas por sí sola no garantiza un resultado de calidad.

  • Medidas pequeñas:

Las medidas pequeñas se basan en patrones existentes del mismo modo que las medias medidas. Por otro lado, la confección la realiza un sastre experto que es capaz de montar su prenda de principio a fin. La calidad del producto es comparable a la de una prenda a medida (¡una prenda a medida dura entre 10 y 100 años!). Desconfíe, sin embargo, de las ofertas a media medida que se venden bajo el disfraz de «petite mesure», con el pretexto de que el taller realiza más del 50% del montaje a mano. Es cierto que esto marca la diferencia, pero sigue siendo media medida. El porcentaje realizado a mano no es un criterio suficiente para definir la pequeña medida.

  • Tallas grandes:

¡Lo último en sastrería tradicional! Para aprovecharlo, no tendrá más remedio que acudir a un sastre artesano. ¡Y no olvide el presupuesto! Entre 3.500 y 7.000 euros de media por un dos piezas.

El sastre le tomará las medidas y anotará las primeras alteraciones morfológicas que identifique. A continuación trabajará en un proceso de definición iterativa del patrón: el sastre creará un cuerpo inicial de su traje en lona, sujeto por hilos tejidos. A lo largo del proceso de sastrería se realizan varias pruebas. Para el cliente, esto requiere un mayor compromiso personal dada la frecuencia del contacto.

El sastre pasará más de 50 horas confeccionando su traje, ¡pero le garantizará un resultado perfecto!

He aquí un rápido resumen para ayudarle a entender la compra de un traje:

 

 
Para concluir este artículo, dos recordatorios importantes:
 

1- Un buen traje PAP es mejor que un mal traje a medida.

2- No confunda «tradicional» con «artesanal»: el trabajo artesanal es lo contrario del trabajo industrial, en el sentido de que no lo realiza un taller de confección, sino un sastre implicado de principio a fin en la confección del traje.

El trabajo «tradicional» es, de hecho, lo contrario del montaje con plancha: se habla entonces de desmontaje sobre tela. Blandin & Delloye ofrece ambos tipos de montaje (tradicional y con plancha).

Así, puede encontrar un traje en montaje «industrial tradicional», que corresponde a un producto confeccionado de forma tradicional en un taller de confección donde la pieza pasa de mano en mano.

Aunque el montaje industrial del traje está estandarizado, el acabado y la entretela pueden hacerse a mano, lo que da como resultado un traje que resistirá el paso del tiempo.